Pretratamiento de Aguas Residuales

Soluciones eficientes para la industria

El pretratamiento constituye la etapa inicial más importante en una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR). Su principal función es proteger los equipos y procesos posteriores mediante la remoción de sólidos gruesos, arenas y grasas. Una adecuada implementación de esta fase garantiza la operación continua del sistema, incrementa la eficiencia y reduce el consumo energético.

Un diseño de pretratamiento bien planificado evita obstrucciones en bombas y válvulas, disminuye el riesgo de paradas no programadas y reduce los costos de mantenimiento. Asimismo, asegura que los procesos fisicoquímicos y biológicos posteriores trabajen en condiciones óptimas, mejorando la calidad del efluente final y facilitando el cumplimiento de las normativas ambientales vigentes.

Tamiz rotativo para aguas residuales

El tamiz rotativo es un equipo clave para la separación de sólidos de mayor tamaño presentes en el agua residual. Consiste en un tambor cilíndrico de malla fina —disponible en aberturas de 2, 1 o 0,5 mm— que gira de manera continua, reteniendo los sólidos y permitiendo el paso del agua pretratada. La rotación constante previene la obstrucción de la malla y mantiene la estabilidad operativa.


Su instalación es sencilla, requiere poco espacio y, gracias a su diseño cerrado, contribuye a la reducción de olores, mejorando el ambiente de trabajo. Este equipo resulta especialmente adecuado para plantas municipales e industriales por su capacidad de manejar grandes caudales, su bajo consumo energético y su mantenimiento simple y económico.

Adicionalmente, incorpora sistemas automáticos de limpieza mediante rociadores de agua a presión, reduciendo la intervención manual, lo que incrementa la seguridad y eficiencia del personal de operación.

Tamiz de tornillo: separación y transporte de sólidos

El tamiz de tornillo integra dos funciones en un solo equipo: el tamizado del agua y el transporte de sólidos retenidos. El agua residual pasa a través de la malla filtrante —disponible en 3, 2, 1 o 0,5 mm—, mientras que un tornillo sinfín interno eleva los sólidos hasta una zona de descarga. Esto elimina la necesidad de retiro manual y puede complementarse con una cámara de compactación opcional.

Es ampliamente utilizado en industrias alimentarias, lácteas y de procesamiento de frutas, donde la carga de sólidos es elevada. Su diseño compacto y alargado permite la instalación en canales de espacio reducido, mientras que su operación automatizada reduce costos y riesgos de contacto con residuos.

La opción de compactar los sólidos antes de la descarga disminuye su volumen, facilita el manejo posterior y optimiza la disposición final, contribuyendo a la sostenibilidad y a la reducción de costos operativos.


Desarenador-desengrasador

El sistema desarenador-desengrasador es esencial para separar, en un solo paso, partículas pesadas y grasas. La arena sedimenta en el fondo por efecto de la gravedad, mientras que las grasas flotan en la superficie y se extraen de forma automática. Este proceso protege bombas y tuberías de la abrasión y evita la formación de capas de grasa que dificulten el flujo.

Existen modelos circulares y longitudinales, adaptables a diferentes capacidades de planta. Los diseños más modernos incorporan aireación controlada con difusores de burbuja fina y rasquetas para la extracción de flotantes, lo que mejora la separación de grasas y reduce olores. Opcionalmente, pueden incluir sistemas automáticos de extracción de arena mediante tornillo sinfín o airlift, minimizando la necesidad de intervención manual.

Este equipo es indispensable en plantas municipales y en industrias con elevados niveles de sólidos y grasas en sus efluentes, como agroindustrias y mataderos, prolongando la vida útil de los equipos aguas abajo.


Beneficios de un pretratamiento completo

Contar con un sistema integral de pretratamiento ofrece múltiples ventajas:

  • Reducción de costos de mantenimiento y tiempo de parada.
  • Optimización de procesos biológicos y fisicoquímicos.
  • Cumplimiento confiable de las normativas ambientales.
  • Mayor seguridad operativa, al disminuir la necesidad de intervención manual.

La inversión en tamices y desarenadores se traduce en ahorros a mediano plazo, garantizando la estabilidad operativa de la planta y la mejora en la calidad del efluente.

Si estás planificando modernizar o ampliar tu planta, contáctanos a info@oz-peru.com para recibir asesoría técnica y una cotización personalizada. Nuestro equipo de especialistas está listo para ayudarte a integrar soluciones eficientes y sostenibles en tus proyectos de tratamiento de aguas residuales, optimizando tus resultados y asegurando el cumplimiento de tus metas ambientales.

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